Político
Llull era muy consciente de que necesitaba la colaboración de los estadistas para impulsar la conversión de los «infieles». Buscó y obtuvo, aunque sólo en parte, el apoyo de la corona de Aragón, del rey de Francia, de diversos papas y de otros mandatarios de la época. Su interés por la política quedó reflejado en libros de contenido estratégico relacionados con un proyecto, finalmente frustrado, de cruzada a Tierra Santa (como el Liber de fine).
El Llibre de les bèsties (‘Libro de las bestias’) constituye una sátira sangrante de los políticos que usaban el poder en beneficio propio. Mostró siempre un gran interés por los acontecimientos geopolíticos de su época, y adaptó en consecuencia sus planes de trabajo y de viaje.