Una escuela de lenguas
En 1275 fue requerido en Montpelier por el príncipe Jaime. Al año siguiente, con el patrocinio del ya rey Jaime II, asistió a la fundación del deseadísimo colegio misional, sito en el monasterio de Miramar, en Valldemossa (costa noroeste de Mallorca). En realidad se trataba de una escuela integrada por trece frailes franciscanos que se dedicaban al aprendizaje del árabe y del Ars Luliana. También se hospedó durante una larga temporada en el monasterio cisterciense de La Real (Palma), donde completó su formación y escribió algunos libros.
En sus obras Llull no sólo utilizó el latín, también empleó el catalán y el árabe. Su voluntad era la de ser leído por un público laico lo más amplio posible, y pretendió llegar mucho más allá de las universidades, las iglesias y los conventos.